Reflexión de lunes. El mercado de la información. Caso Ebooks.

Esta semana pasada se ha hablado intensamente del inminente cambio de soporte para el libro. Ya no compraríamos encuadernaciones sino eBooks.

Google pega fuerte y apuesta por los eBooks.

Yo no me veo comprando eBooks, la sociedad no está preparada, no es un cambio natural.

El eBook debe empezar a vivir con nosotros, estoy de acuerdo, las persona irán confiando en el soporte a medida que controlen la tecnología...no somos ordenadores, ni avanzamos tan rápido.

Hablando con un buen amigo, sobre el placer de leer un buen libro, me decía... "Cuando termino de leer algún fragmento que me gusta de un libro, suelo cerrarlo y acariciar la tapa, despues lo observo hasta la próxima vez como si de un buen amigo se tratara".

El libro es parte de nuestra historia, como todo, existen buenos y malos. Hay libros que son parte de la vida de la persona, libros que han nacido en papel y no conocen otra forma, hay libros que enorgullecen a la persona que los mira como su posesión más preciada de la estantería.

Sin embargo, existen otro tipo de libros, frios, serios y organizados. Los escolares, las biografías, los libros de humor, de bajo trasfondo, aquellos que pertenecen a solo una determinada de nuestra vida. Libros que no dependen del formato para ser leidos.

En resumen, yo tengo mi propia teoría, que no interesará a nadie sobre los libros. Y es que una de las cosas, que diferencian a un buen libro de uno malo para cualquier neófito, son la tapa, la calidad del papel, la textura, la biblioteca o la sección de libros donde se encuentre... pienso que será muy fácil engañarnos con lecturas insípidas.

Y que no se engañe nadie, no soy un gran lector paso demasiadas horas delante del ordenador, pero sinceramente espero algún día poder descansar al sol con un buen libro que no lleve pilas.